miércoles, 14 de octubre de 2009

Receta para reducir cabezas


En nuestras vacaciones irresponsables estuvimos por Ecuador, y allí conocimos a unos simpáticos lugareños llamados Shuar (Jíbaros, para los españoles). Uno de los rituales típicos de esta tribu amazónica es el de reducir cabezas. Lamentablemente, para realizar este proceso se necesita que la cabeza esté separada del cuerpo, por lo que no es como en los dibujitos...
A las cabezas reducidas se las conoce como Tzantzas (es el nombre del ritual) y se pueden comprar por internet. Pero un romántico irresponsable no compraría una si puede hacerla él mismo. Las instrucciones son:



1) Conseguir un enemigo y cortar su cabeza.

2)Hacer un corte desde la nuca hasta la coronilla y separar la piel. Parece difícil, pero con algo de práctica se pela rápido. Atención: este paso es indispensable porque la cabeza no se reduce con huesos, hay que pelar y quedarnos sólo con la piel, como hacía Leatherface, en la matanza de texas...



3) Poner la piel en agua bien caliente, pero sin hervir del todo (igual que el mate), durante 20 minutos. Si te pasás se le cae el pelo, y nadie quiere una cabeza pelona.
La piel debe encogerse bastante en esta etapa.


4) Dar vuelta la piel, retirar los excesos de carne, y rellenar de piedras calientes (las piedras calientes continúan con la reducción de tamaño, sin dañar los pelos y secando la piel), repetir el proceso cuando las piedras se enfríen.

5) Coser todos los orificios de la cabeza ( menos el cuello), rellenar con más piedras y arena caliente ( la arena nos va a permitir moldear la cara). Coser el cuello.

6) Colocar sobre una hoguera de humo negro para ahumar la cabeza. Tambén se sugiere teñir la piel de negro (para que nuestro enemigo sólo vea oscuridad)

Y listo, ¡una tzantza reluciente!
El alma de nuestro enemigo quedará encerrada en una simpática cabecita del tamaño de un puño y seremos el centro de todo evento social, con nuestro amuleto hecho en casa.





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